Tribuna de Canarias.- julio 2020 – ¿Cuánto tiempo lleva usted al frente del Colegio y cuál ha sido su línea de trabajo dentro de esta labor?
Llevo relativamente poco tiempo, tomé posesión del cargo en diciembre de 2019.
Las líneas de actuación las teníamos bien claras desde un principio porque teníamos un programa de trabajo, con una Junta de Gobierno fantástica, que además intenté que fuese paritaria. Queremos poner en valor la ingeniería industrial en Tenerife, queremos que el Colegio tenga un peso específico, que cuenten con nosotros en la toma de decisiones y estar en determinado sectores donde antes no estábamos porque es fundamental que se oiga la voz de los ingenieros. Estamos en un mundo cada vez más industrializado y digitalizados y los ingenieros somos una pieza clave en todo esto.
Sin embrago, este Colegio sí que tiene ya trayectoria en la isla, ¿no es así?
Sí, efectivamente, primero fue colegio dependiente de Madrid y luego regional. Como Colegio de ingenieros industriales de Tenerife llevamos desde el 2011 porque el Colegio regional se segregó después de 4 años de negociaciones y se crearon dos provinciales.
Resulta curioso a la par que muy agradable, ver a una mujer al frente de un Colegio donde, honestamente, suele verse más a los hombres, todo un reto muy positivo, ¿no?
Efectivamente, en estos momentos somos aproximadamente 500 colegiados, de ellos solo hay 50 mujeres. Todo el mundo sabe que hay un problema con los estudios técnicos, hay muchas teorías al respecto de por qué las jóvenes no terminan de sumarse a las carreras tecnológicas y es una de las cosas que nos preocupa y queremos trabajarlo con las universidades e institutos.
Es cierto que cada vez somos más mujeres, pero también es verdad que seguimos siendo minoría.