Talat: Reingeniando la construcción, las instalaciones y la conciliación laboral

El nombre de la empresa, Talat, está inspirado en la cultura talayótica, que representa para sus fundadores el origen de la Ingeniería en las Islas  Baleares. Una forma de entender el mundo que ellos trasladan a cada ámbito de la cotidianeidad con la ingeniosofía, el concepto con el que aplican las nociones de la ingeniería a cada aspecto de la vida.

En poco más de una década y tras sus esfuerzos por contribuir con múltiples proyectos a la modernización de las edificaciones hoteleras de Baleares, se  han convertido en referentes en la región y su prestigio ya es conocido a nivel nacional.

Magdalena Payeras contó que cuando los compañeros se cuestionaron a ver si realmente lo hacían tan bien en Talat como para merecer el galardón a la empresa más innovadora del año, acabaron argumentando con creces el porqué de la distinción. “Siempre hemos actuado sin nunca dar nada por sentado, cuestionándonos todo, y preguntándonos siempre por qué no, por qué no aceptar este reto, por qué no hacer las cosas de manera diferente”, esclareció en su discurso de agradecimiento la cofundadora de la empresa mallorquina. Talat recibe este premio por ser un ejemplo de pasión por la ingeniería y por apostar por hacer un trabajo que marca la diferencia con metodologías propias, ambiciosas e innovadoras. Un rumbo que les ha llevado a convertirse en poco más de una década en referente de la ingeniería en las Islas Baleares, sobre todo en el sector de las instalaciones y de la construcción. Con este reconocimiento, su influencia y prestigio queda demostrado que ya es extensible a todo el territorio nacional.

Magdalena Payeras y Guillem Bauzá elogiaron la labor diaria de su equipo

Para muestra de la capacidad de innovación de los ingeniósofos fundadores de Talat, Magdalena Payeras y Guillem Bauzá, como los definió la maestra de ceremonias Susana Burgos en La Noche de la Industria, estos sorprendieron a los presentes con un dulce regalo en sus asientos. “Como buenos mallorquines que somos, no nos vamos de casa sin llevarnos una ensaimada y un par de sobrasadas, y nos hubiese gustado traer para todos vosotros”, adelantó Payeras. Continuó explicando que con los problemas logísticos actuales y con todo lo de la crisis de los materiales tuvieron que utilizar la ingeniosofía para concentrar todo el sabor de estos dos productos y crear para la ocasión la primera piruleta de sobrasada y los caramelos de ensaimada que iban a saborear. “¡Talat sí que es innovación!”, sentenció.

“Siempre hemos actuado sin nunca dar nada por sentado, cuestionándonos todo, y preguntándonos siempre por qué no, por qué no aceptar este reto, por qué no hacer las cosas de manera diferente”

En Talat buscan crear espacios para pensar fuera del día a día y para encontrar soluciones diferentes. Esta forma de trabajar se aplica a todos los ámbitos de la empresa, “reingeniándolos para hacerlos más eficientes”, según matizó en su intervención la ceo y cofundadora de la empresa. Es lo que han bautizado en Talat como ingeniosofía. Además, una de las constantes desde que la historia de Talat empezó en 2008, con dos personas, hasta hoy, que cuenta con un centenar de trabajadores, es adaptar la empresa y procesos al capital humano y no al revés. Cuando comenzaron a promoverse el teletrabajo y la flexibilidad de horario en el trabajo como medida de prevención para evitar la propagación de la pandemia, esos métodos ya llevaban tiempo implantados en la empresa mallorquina.

En Talat, tienen seis líneas de negocio definidas en ingeniería, instalaciones inteligentes, contract, Talat Services (mantenimiento), project management y software factory. Están desarrolladas por un equipo multidisciplinar en el que se apoyan e intervienen ingenieros de diferentes especialidades, ambientólogos, arquitectos, delineantes, economistas, informáticos y arquitectos técnicos. Esta convergencia de conocimientos es una de las claves del éxito de Talat, cuyo nombre proviene de los talayots, las construcciones turriformes prehistóricas de las Islas Baleares que inspiran a los fundadores de esta empresa como los primeros pensamientos de los ingenieros.

A lo largo de su primera década de trayectoria, Talat se ha esforzado por contribuir a la modernización de las edificaciones hoteleras de las Islas Baleares con múltiples proyectos. En ellos, la amplia experiencia de sus profesionales en la realización de encargos para grandes cadenas hoteleras se pone a prueba para ser una garantía de ejecución y la posibilidad de un ahorro importante a nivel de coste energético y también en el aspecto económico.

“La ingeniosofía consiste en aplicar todos los conceptos de la ingeniería a todos los aspectos de la vida”

Para Magdalena Payeras es “todo un honor ser la primera empresa balear en ser distinguida con este galardón”, algo que no hubiera sido posible sin la implicación de todo el equipo, comprometido en poner la ingeniería al servicio de las empresas y de la sociedad. Guillermo Bauzá, por su parte, dijo que les hacía especial ilusión este premio porque “la innovación es uno de los elementos clave del ADN de Talat” y eso es lo que les motiva y les mueve cada día a replantearse cada proyecto, a afrontar retos y a proponer soluciones más eficientes a los clientes.

LA INGENIOSOFÍA

Los fundadores de Talat recibieron junto con el galardón esta ilustración donde aparece el uniforme de gala de los ingenieros industriales

En Talat han definido una manera de trabajar innovadora, han creado un término: la ingeniosofía. Consiste concretamente en aplicar todos los conceptos de la ingeniería a cada uno de los aspectos de la vida. Desde las soluciones técnicas que proponen a sus clientes, siempre yendo un paso más allá, pasando por los procesos internos donde utilizan la digitalización para agilizarlos, hasta las relaciones humanas en las que quieren evolucionar el concepto de conciliación laboral en el camino de la integración vital. Esta última idea se define en que cada persona pueda integrar los tres ámbitos de su vida -el personal, el familiar y el laboral- en uno solo, “porque al final somos una sola persona”, según detalla Magdalena Payeras. Que añade: “Damos las herramientas, la flexibilidad y todo el apoyo para que la gente pueda conseguir este reto de integración vital”.

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